Y qué tal,
si firmamos un tratado,
una tregua,
de nuestra guerra cotidiana,
y rompemos los silencios,
y en el marco incomparable,
del sótano de las sábanas,
nos encontramos.
En el calor de lo absoluto,
en el orgasmo de la esencia.
[Y mañana... mañana habrá más batallas.]
sábado, 7 de mayo de 2011
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